A finales de abril y principios de mayo viajamos en familia, con mi marido y el niño, a Alemania. Por primera vez nos decidimos a organizar nuestras vacaciones por libre: reservamos el hotel, alquilamos un coche y nos dirigimos al sur de Alemania, a Schwartzwald. Las carreteras son buenísimas, por eso las distancias largas las recorrimos cómodamente mientras que el bebe dormía en el coche. Visitamos muchas ciudades gracias a la acertada ubicación del Hotel Waldblick, a un paso de Suiza y Francia, en un sólo viaje estuvimos en varios países. También fuimos al Europa Park, el parque de atracciones más grade de Europa. Si no quieren conducir, pueden recurrir a los servicios del hotel, se pueden adquirir excursiones para todos los gustos y edades, desde alegres entretenimientos para los niños y hasta shopping, museos y variedad de lugares históricos, no sólo de Alemania, sino también de Suiza y Francia. Te llevan, te traen, te cuentan, en dos palabras, servicio completo. El hotel en sí es muy agradable, ambiente acogedor con personal de habla rusa y en una maravillosa ubicación donde tienes el aire puro de la montaña y una plácida atmósfera de tranquilidad donde se descansa muy bien de la agitación moscovita. Tiene diversos tipos de habitaciones: desde las singles hasta las de cuatro camas. La limpieza de las habitaciones se hace todos los días. La comida basada en desayunos, un buen restaurante donde se puede comer y cenar, si deseas. Entre las exquisiteces se puede probar el ciervo y entre las bebidas, imposible negarse a la cerveza.*
* El comentario ha sido traducido del ruso.